Fabián es un muchacho de no más de veintitantos años, que lleva una vida entre los sabores y sinsabores del amor, tratando y en el intento de encontrar a la mujer de su vida, en su inexperiencia con las mujeres le toca pasar por muchas aventuras, algunas divertidas, unas trágicas y otras tristes, donde literalmente juegan al ping pong con su corazón. Una divertida novela juvenil, basada en las experiencias de Fabián, que también son las mismas que le suelen suceder a muchos jóvenes de su edad. La mayoría de ellas se encuentran tatuadas en este libro, en la que él nos cuenta su vida con ellas, con las mujeres que perdió por ser un mujeriego. A algunas de ellas, les escribe cartas creyendo poder recuperarlas de alguna forma, las mismas, que por supuesto, no tienen respuesta.

Infiel por naturaleza (Parte II) El Reencuentro



Tuve que viajar de manera inesperada a la ciudad de Lima, ella se quedó en Iquitos, me establecí, empecé a estudiar Marketing y Publicidad, lo que supe vagamente es que ella seguía con su enamorado y pues yo también con mi chica, perdí contacto total con ella, después de un año viviendo en la capital regreso a mi ciudad de vacaciones, llegué a una casa que aún era de mi familia, estaba solo allí y tenía a disposición toda la casa.
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Una tarde sin saber que hacer, estando aburrido mirando tele, hacia un calor de mierda y decidí salir a dar unas vueltas en mi moto por ahí, pasé por el hospital donde yo trabajaba y la recordé me dije que será de la vida de Katty, al pasar por su casa me detuve en la puerta, al mirar hacía la sala, la pude ver, la llamé por su nombre, levantó la mirada y de un salto de alegría vino hacía mi y me abrazó muy afectuosamente regalándome un beso en la mejilla.

Ella había cambiado mucho físicamente, ya no era la niña de 16 años, de cara fina, con un cuerpo delgado que recién se estaba formando era muy diferente a la que yo tenía en esos momentos delante mío, era ya una mujer, ¿mujer?, un mujerón poseedora de un cuerpazo que me agasajaba la vista sin saber que parte de su cuerpo no debo dejar de mirar, era bello el paisaje de su cuerpo y mirándome con esos ojitos grandotes y lindos me dijo: “oye loko, como te pierdes tantos años sin dar signos de vida”, “bueno, sí preciosa, tu sabes como soy, es queeee…no estoy viviendo aquí, ahora vivo en Lima” le contesté, “¿En serio, que casualidad yo también, ya estoy unos 8 meses, pero ya extrañaba Iquitos y me vine de paseo” agregó Katty y también me dijo que ya no estaba con el enamorado de ese entonces.

La invite a salir esa noche, me aceptó y me dijo que iba a hacer unas cosas antes con unas amigas y que me iba llamar para encontrarnos en algún lugar. Esa noche nos encontramos en un bar muy concurrido por jóvenes de nuestra edad, nos contamos muchas novedades de todo el tiempo que no nos vimos, ella estudiaba Hotelería y Turismo en Lima y vivía con unas tías. Observándola mientras me contaba sus cosas tuve unas ganas locas de besarla y una vez más con mi atrevimiento interrumí su relato con beso en su boquita pintada con un labial rojo con sabor a fresa, a partir de ahí volvimos a ser los mismos de hace varios años, parecía como si no hubieran pasado los años, yo era el muchacho de 19 años y ella la de 16 otra vez.

Todo ese tiempo que estuve en Iquitos siempre me veía con ella de manera diaria, nos íbamos a pasear, a bañarnos en la piscina o alguna quebrada de las tantas que hay en mi ciudad, la pasábamos muy bien en la intimidad ya que tenía la casa para mi solito y nadie molestaba, salvo algunos amigos curiosos e inoportunos que llegaban a visitar. Todo ese tiempo con ella fue muy especial.

Se nos terminó el tiempo de vacacionar y ya era para volver a la capital, a la monotonía y al aburrimiento de toda ciudad grande, volvimos pero con la firme promesa de seguir viéndonos allá, ella regreso dos días antes que yo.

Ya en Lima solo nos pudimos ver un par de veces, donde disfrutamos cada minuto que estuvimos juntos, ya que es muy difícil vernos muy seguido por que es una ciudad muy grande y las distancias son enormes. No supe de ella por un largo tiempo, solo que estaba saliendo con un tipo. Después de muchos meses aproximadamente se conecta a mi msn y me contó que había regresado a Iquitos, estaba embarazada y de un tipo de Lima con el que salía, el fulano no se quiso hacer cargo y que había discutido fuertemente con él y no tuvo más remedio que regresar. Sentí mucha cólera por esa situación.

Pasó más tiempo y ahora Katty es madre de una bella niña, esta feliz con el hecho de ser madre, ahora conversamos de manera más seguida, me cuenta sus problemas, sus alegrías y yo también le cuento los mío, como da vueltas el destino. Ambos vivimos una muy bonita y divertida historia, míranos ahora ella madre de una princesita y yo padre también de un travieso niño que me cambio la vida, ella madre soltera y yo padre soltero.

Katty un personaje que paso de ser una linda niña coqueta que mediante una notita escrita en un papel hizo que nos conociéramos hasta convertirse en mi confidente, amante y sobretodo una muy buena amiga, una de las mejores que tengo, la vida quiso que vayamos por rumbos tan distintos y a la vez muy parecidos, realmente me gusto mucho esa relación, no fue larga pero si muy intensa, si pudiera retroceder el tiempo volvería a vivir las mismas emociones, esta vez no perdí a esta mujer, yo creo que fue todo lo contrario porque gané una verdadera amiga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

:( me quede con las ganas de saber que mas sigue....besitos raulin

Julian dijo...

Igual me pasó una vez con mi amiga, que me gustaba desde hace tiempo, pero ella tenía su gil. Hasta ahora trato de declararmela

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