Fabián es un muchacho de no más de veintitantos años, que lleva una vida entre los sabores y sinsabores del amor, tratando y en el intento de encontrar a la mujer de su vida, en su inexperiencia con las mujeres le toca pasar por muchas aventuras, algunas divertidas, unas trágicas y otras tristes, donde literalmente juegan al ping pong con su corazón. Una divertida novela juvenil, basada en las experiencias de Fabián, que también son las mismas que le suelen suceder a muchos jóvenes de su edad. La mayoría de ellas se encuentran tatuadas en este libro, en la que él nos cuenta su vida con ellas, con las mujeres que perdió por ser un mujeriego. A algunas de ellas, les escribe cartas creyendo poder recuperarlas de alguna forma, las mismas, que por supuesto, no tienen respuesta.

Los Amores de Juliana

Juliana es una vieja amiga, ex compañera de la universidad, yo vivía enamorado de ella, pero gracias a mi inseguridad y a mi recomprobada timidez nunca se lo hice saber, disimulé bien todo el tiempo que estudié a su lado.

Después de más de dos años de no saber de ella, hace unos días volví a tener contacto con ella a través del messenger y me contó lo de siempre, que vive sola, que ya tiene veinticuatro años, que odia a su padre, ya dejó de fumar marihuana. Ahora se confiesa bisexual y que quiere también ser escritora, pero le da pereza comenzar a escribir.

Le digo que me gustaría volver a verla, ella me responde con una broma, me dice que para que la vea de nuevo, me enviará fotos. Me manda dos fotos. En la primera se encuentra recostada en una cama lleno de ropa desordenada, con ropa de dormir muy sexy y viendo la televisión. En la otra foto está en una playa del norte, tirada en la arena, con el cabello mojado, en bikini, el pecho descubierto, con la mirada perdida en las olas, se le nota algo triste. Juliana es muy guapa, tiene un cuerpo estupendo y delicioso, ella lo sabe bien. Ella acepta la invitación de vernos personalmente.
.
Me encuentro sentado en la mesa de un restaurante de comida rápida de un conocido centro comercial, espero a Juliana, estoy intrigado y ansioso de volver a verla, esas fotos me provocaron lujuriosas fantasías, espero tratar de enamorarla y quizá al final de la noche, termine siendo mi novia. Estoy muy impaciente, Juliana no llega, la cita fue pactada para las once de la noche, ya son las doce y media, me pase esa hora y media comiendo unos nuggets de pollo, tomando una bebida y leyendo un libro, que por suerte tuve la precaución de llevar. Fui un tonto al no pedirle el número de celular. Ahora ya me estoy preocupando, de repente le pudo haber pasado algo en el camino hasta aquí, no quiero imaginar al día siguiente, que al pasar por un quisco, ver su nombre o su foto en la sección de desgracias del día, como choques, asaltos o violaciones. Después me doy por vencido, me retiro y regreso caminando a casa.

Esa misma noche, prendo la computadora, me conecto al Messenger y no hay rastro de Juliana. Le escribo un correo diciendo: “Te estuve esperando toda la noche, estoy muy preocupado por ti, temo que te haya ocurrido algo, por favor escríbeme si esta todo bien, ok?. Te quiero Fabián”.

A la mañana siguiente se conecta y me escribe lo siguiente: “Te pido perdón por no poder ir. No sabes lo que pasó, es que mi cabeza esta hecha un lío, déjame contarte. Estoy enamorada de una chica, se llama Pamela, estoy saliendo con ella desde hace un tiempo, y anoche nos acostamos, es la primera vez que lo hago con una mujer. Pamela quiere que me vaya a vivir con ella en otra ciudad. Pero aquí viene el problema, estoy enamorada también de otra chica, se llama Carolina y es muy linda, quizá más bonita que Pamela, ella se asume como lesbiana, ella tiene más experiencia con las mujeres que yo. En realidad, las dos son muy diferentes Pamela es más dócil, con ella siento que tengo el mando y Carolina es un loca, extrovertida y muy divertida. No se que hacer”.

Yo le aconsejo que se decida por alguna, y si no, que siga con las dos a la vez, pero que ninguna de las dos se deben de enterar. Ella me respondió: “Estas locazo, estas mal de la cabeza como siempre, por eso te quiero tanto”. Esas palabras me dan esperanzas de poder al menos tener una aventura con ella y finalmente de gozar de su deliciosa belleza, pero todo eso se me vino abajo, el deseo se convirtió en temor, temor a su promiscuidad y a su libertad en los goces del sexo y fue cuando me dijo: “Fabián, llegó mi novio y me tengo que ir, hablamos al rato”.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

es exitante tener fantasias con una lesbiana

Sandrita dijo...

No me digas que eso te paso en verdad? hay amigo, que cosas las tuyas, ojla sea cosas que escribas, bye te quiero

Jou-Jou (H) (Barranquilla) dijo...

sooooooy lesbiaaaaaaaano =D me gustan las mujeres =D

bonita historia xD
haz pasado buenos ratos... kien komo tù =D

justinfox dijo...

Bravazo.! Me encantaria tener una fantasia con una lesbiana jeje ;) Bonita Historia :) Buen aporte chonto ;)

Saludos :)

justinfox dijo...

Esto me estremese un poco “Te estuve esperando toda la noche, estoy muy preocupado por ti, temo que te haya ocurrido algo, por favor escríbeme si esta todo bien, ok?. Te quiero Fabián”. jajaja xD!

JULIANA TE AMO
Yo justinfox ;)

Carol dijo...

mmmmmm si me gusto, pero dejame decirte que te he leido mejores historias. besos

Rikrdo dijo...

pobre Chica en ke rollo se ah metido :( ke feo debe ser llevar esa vida.

maxterx dijo...

TAS CAGADO TIO PUCHA HAY DE TODO JODER Y UNO QUE SOLO QUIERE AMARLAS Y SE METEN TANTO ROLLO EN LA CABEZA AUN NO ENTIENDO QUE MELAS LES PASA EN FIN UN SALUDO DOC TIEMPO QUE YA NO TE VEO SERA POR QUE MI MSN MURIO EN FIN CORREO NUEVO maxterxstudios@hotmail.com te cuidas ps

Publicar un comentario

Si te gustó la historia, tómate un tiempo y comenta

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Follow us on Twitter! Follow us on Twitter!
Replace this text with your message